Cada obra es un diálogo visual

Pinturas que cuentan su emoción

Silencio interno

En esta obra exploro el momento en que todo ruido se apaga para dar paso a la introspección. La figura central se diluye entre capas de pigmentos densos y texturas ásperas. Los tonos apagados comunican recogimiento y pausa. Es una pieza que invita al recogimiento personal. Ideal para espacios íntimos o de meditación.

Geometría del deseo

Una pieza que combina formas geométricas rígidas con trazos gestuales cargados de emoción. El contraste visual representa lo racional enfrentado a lo instintivo. La obra está construida en varios niveles de lectura y materia. El color rojo actúa como hilo conductor de la tensión. Ideal para espacios con carácter y profundidad simbólica.

Peso del instante

Aquí trato de capturar ese segundo que parece eterno cuando algo importante sucede. La figura humana aparece suspendida, rodeada de formas abstractas y tonos metálicos. Hay tensión entre lo que se sostiene y lo que se derrumba. Trabajo con capas gruesas y desgastes visuales. Es una obra que confronta la fugacidad con la permanencia

Memoria líquida

Esta obra representa el recuerdo como algo que se transforma, fluye y nunca permanece igual. Utilizo acrílico aguado y veladuras para evocar lo difuso de lo vivido. Las formas se entrelazan sin definirse del todo, dejando espacio a la interpretación. El color azul domina la escena, con destellos cálidos. Es una pintura sobre el paso del tiempo.

Fragmentos de luz

Fragmentos de luz surgió tras una etapa de cambio personal. Quería representar ese momento breve, casi invisible, en el que una idea nueva entra y lo transforma todo. Las zonas luminosas son deliberadamente imperfectas: no hay luz sin sombra. Esta obra habla de la posibilidad, de lo incierto y del renacer. Es una invitación a confiar en lo que viene.

Cuerpo como territorio

Una composición que recorre el cuerpo desde un enfoque simbólico y emocional. Cada trazo sugiere huellas, heridas y renacimientos posibles. Trabajo con técnica mixta sobre lienzo crudo, buscando la honestidad del soporte. La mirada del espectador es parte activa del cuadro. Es una obra que habla de identidad y reconstrucción.